La alimentación es una de las mejores medicinas para combatir la gota, sin embargo los medicamentos ayudan a combatir las crisis. La gota es una alteración hereditaria del metabolismo del ácido úrico, que se caracteriza por episodios artríticos agudos y por la formación de depósitos de cristales de ácido úrico en articulaciones, cartílagos, y riñones, predisponiendo a las personas que la padecen a la insuficiencia renal. Pero además de la herencia, hay otros factores como el sexo, la sobrealimentación, o el alcohol que pueden predisponer a la aparición temprana de la hiperuricemia.

En la actualidad, el tratamiento de la gota se basa en la administración de medicamentos que inhiben la síntesis de ácido úrico, junto con antiinflamatorios para combatir las crisis agudas. Sin embargo, la dieta hasta hace unos años, era el único tratamiento que prevenía la recurrencia de crisis agudas y evitaba la evolución hacia la insuficiencia renal. Por tanto, es importante que la persona que padezca gota tenga en cuenta las siguientes recomendaciones:

• Evitar el consumo de aquellos alimentos especialmente ricos en purinas: vísceras, pescado azul (sardinas, boquerones, arenques, trucha…), mariscos, carne de ternera, embutidos, y extractos de carne. El café, té y chocolate, aunque contienen purinas, éstas no se transforman en ácido úrico, por lo que se pueden consumir.
• En caso de obesidad asociada, la dieta debe ser hipocalórica. Se evitarán las bebidas alcohólicas, especialmente las cervezas negras, y los vinos tipo Oporto, Jerez y Borgoña.
• Es muy importante tomar abundantes líquidos para mantener una diuresis adecuada al igual que la ingesta de bebidas alcalinizantes tipo zumos de frutas, aguas minero-medicinales que solubilizan el ácido úrico y previenen la litiasis renal.
• Lista de alimentos permitidos por su bajo contenido en purinas:
  • Lácteos: leche entera, semidesnatada y desnatada. Quesos bajos en materia grasa. Yogures naturales y de frutas. Nata líquida.
  • Cereales: pan, arroz, pasta, cereales de desayuno, galletas y bollería.
  • Verduras y hortalizas: judías verdes, calabacín, zanahorias, acelgas, alcachofas, borraja, lechuga, tomate, pimiento, repollo, berenjenas, patatas.
  • Legumbres: ninguna.
  • Frutas: todas.
  • Frutos secos: avellanas.
  • Carnes y derivados: pollo, cordero.
  • Pescados: pescados magros (lenguado, merluza, gallo, pescadilla, bacalao, etc).
  • Huevos: todos.
  • Grasas: aceites vegetales (oliva, girasol, etc). Margarinas, mantequillas.
  • Otros: agua minero-medicinal, zumos de frutas, café e infusiones.